En los años 90 recién estaba iniciando la cultura de apertura y colaboración en la que vivimos actualmente, existían 130 páginas web, solo 14 millones de usuarios y al menos 100 desarrolladores realizaban el sistema operativo Linux, que iniciaría al movimiento del código abierto, y que ha dado origen a la tecnología en comunidad.
Fue así como Marc Ewing y Bob Young decidieron trasladar esta iniciativa al mundo empresarial, fundando Red Hat.
Jamás se esperó que el código abierto y Red Hat podrían transformar la industria tecnológica por el año 1993 y más aún el impacto estructural que provocaría en las empresas de innovación y en toda la sociedad.
En definitiva, la mejor forma de innovar e integrarse a las nuevas tecnologías y la era digital, es manteniendo una visión que contribuya al desarrollo, entregando, entendiendo, aprendiendo y mejorando sobre el trabajo de los demás.
El código abierto es un método de aprendizaje colectivo, donde se entrega y reciben nuevos conocimientos, una forma de crear un nuevo enfoque al futuro.
Esta visión se basa en los principios del código abierto, en otras palabras, en el traspaso de información, la colaboración, la meritocracia y la colectividad, todo esto permite alcanzar la innovación que se necesita en la actualidad.
Compartir una receta, el código de un software, nuestros proyectos y el camino detrás de ellos, permite entregar y recibir nuevos conocimientos que servirán para crear nuevos experimentos y combinaciones.
Cuando existe una amplia colaboración pueden nacer nuevas visiones y soluciones que aporten a diferentes problemáticas. Lo importante es que exista una real transparencia de la información para que todo aquel que quiera acceder tenga la misma oportunidad que el otro.
En el código abierto surgen muchas ideas, pero no todas son utilizadas, siempre la idea final que se llevará a la práctica es la que mejor funciona.
Cuando el trabajo es en equipo las ideas se desarrollan de mejor manera que de forma individual.
Gracias al código abierto surgieron diversos proyectos que hoy son tecnologías requeridas por muchos, como drones, Android, impresoras 3D, Big Data, entre otras. También se han integrado muchas compañías mundiales a este nuevo método de información y comunicación, como Google, Facebook y Amazon, que relacionan su gran éxito al código abierto.
Esta visión colaborativa no solo ha irrumpido de forma positiva en el mundo empresarial y tecnológico, también se ha integrado a la vida diaria. Lo podemos ver desde tutoriales en YouTube donde se comparten soluciones y técnicas para diferentes áreas, como también en plataformas de compra y venta o compartir vivencias y pensamientos a través de las redes sociales.
Red Hat ya tiene 25 años y ha sido capaz de abrir una nueva forma de aprendizaje colaborativo que seguirá potenciando al mundo.