En el presente vivimos una realidad esperanzadora en lo que trata de inclusión escolar para los niños con Síndrome de Down, hoy vemos como están siendo integrados a la sociedad, derribando totalmente lo antiguos parámetros que los limitaban a ser educados en casa o escuelas especiales, siendo totalmente segregados.
Esto es gracias a la voluntad, al cambio de concepto y a la nueva mirada que se le da al Síndrome de Down, comprendiendo que existen capacidades y necesidades distintas pero que si pueden ser adaptadas al modelo educativo, y llevar una vida escolar al igual que los niños neurotípicos o “niños normales”.
Para que esta tendencia siga creciendo es importante eliminar mitos e informar sobre esta condición, derribando los temores y dudas de la sociedad.
En la actualidad los profesores tienen la posibilidad de perfeccionarse acerca del tema y realizar prácticas pedagógicas que les entreguen las herramientas necesarias para trabajar aulas inclusivas: la neurodiversidad.
La neurodiversidad se define como: “una idea que afirma que el desarrollo neurológico atípico (neurodivergente) constituye una diferencia humana normal que debe ser tolerada y respetada como cualquier otra diferencia humana”.
Para que exista una real inclusión es preciso que el docente trabaje desde las fortalezas de estos estudiantes. Cambiando totalmente el objetivo de centrarse en el déficit y dar una mirada a un aprendizaje centrado en el que puedan adquirir conocimientos y participar, Necesidades Educativas Especiales (NEE).
Es así como las escuelas que están preparadas para la integración, entregarán al niño o niña con Síndrome de Down mejores oportunidades, ya que los niños que reciben una escolarización compartida o en un centro de educación común obtendrá mejores beneficios educativos.
Las mejoras en adolescentes con Síndrome de Down que son parte de colegios ordinarios optimizan sus habilidades del lenguaje, escritura y lectura, además de independencia social.
Mejoras en el lenguaje.
Los niños con Síndrome de Down que asisten a colegios comunes tienen más probabilidad de mejorar sus habilidades del lenguaje en poco tiempo, obtendrán una mejor estructura y claridad al habla.
El lenguajes es la herramienta más importante dentro de la sociedad, siendo la principal fuente de conocimiento sobre el mundo. Las habilidades lingüísticas influyen de sobremanera en el desarrollo social y emocional.
Un entorno adecuado para el aprendizaje.
Es necesario que el plan de estudios se adapte a las condiciones del alumno, por lo que es necesario un apoyo individual para asegurar el éxito. Según algunos estudios los niños aprenden de sus pares a medida que observan y participan del grupo.
Los amigos.
Es importante que padres y docentes asegurar que los niños y niñas con Síndrome de Down logren concretar amistades con sus compañeros de la escuela común y llevarlas incluso fuera del establecimiento. El apoyo y compresión brindando por su entorno, ya sea en sus hogares, colegios, tiendas, trabajos o actividades aporta en una inclusión más positiva.
Es importante que los niños con Síndrome de Down tengan la posibilidad de interactuar tanto con sus compañeros del colegio, como con niños que tengan sus similares características.